jueves, 6 de noviembre de 2008

Campaña institucional sobre violencia de género

Esta mañana he hecho de reportero gráfico para intentar presentaros la Campaña institucional que ha lanzado el Ministerio de Igualdad.

En primer lugar quiero decir que me parece coherente y necesario que las instituciones tomen cartas en el asunto.
No solo hacen falta nuevas leyes, una vez hechas hace falta reglamentarlas, dotarlas de presupuesto ... y ponerlas en práctica!.

No obstante creo que la Ley de igualdad se ha quedado un poco parada en este ultimo tramo.
No obstante tengo mis claroscuros sobre esta campaña.
Creo que no ayuda a reducir el abismo existente entre los géneros ... nos quedamos en culpabilizar al agresor.

La violencia de género creo que tiene unas raices muy complejas (subconscientes, educacionales, culturales, ...) y no creo que vayamos a solucionar este problema global sólo con politicas de tipo judicial.

Creo que esta campaña puede ayudar a que muchas mujeres se atrevan a romper su silencio ... y eso es necesario ... pero creo que hace falta mucho más.

Precisamos de alternativas diferentes, de movilizaciones sociales, de nuevos modelos educativos que se basen en la igualdad, precisamos de nuevas formas de convivencia que permitan gestionar la agresividad sin llegar a la violencia.

Pero TENGO ESPERANZA ... porque ya se van dando algunos pequeños pasos.


Un saludo a todos ... y espero vuestros comentarios.
Javier
PD. A ver si podemos entre todos hacer una GRAN MARGARITA, será otro pequeño paso.

5 comentarios:

Ernesto dijo...

Está guapa la campaña.
Estoy de acuerdo contigo -y pienso que este gobierno también- que sólo con las leyes no se consiguen los cambios sociales. Esto de los cambios es una carrera de fondo que empieza con la educación de nuestr@s hij@s y con el convencimiento de que tenemos mucha más energía que la que nos damos. Venimos de muy lejos -aunque no seamos conscientes de ello- y no somos más que el relevo para continuar haciendo, lo que día a día transforma parte de nuestra sociedad, por que la otra, es insalvable.
Me gusta el cartel del hombre, pues para mí serlo es algo bello y los maltratadores lo convierten en una basura.
Un beso.
E.

Oscar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Oscar dijo...

Ninguno de los carteles aporta un avance en la toma de conciencia, hacen incapié en la culpabilidad, y no en la responsabilidad. Si la culpa es de los hombres entonces el poder de cambio de las mujeres depende de nosotros, esta idea nos aleja a todos de algo que para mi es básico, el poder de cambio y de acción es personal y de cada uno por derecho sagrado, en mi humilde opinión, todo lo que nos aleje de esta consideración nos aparta del camino de la igualdad. A ver si desde el grupo de hombres somos capaces de lanzar un acto público con un enfoque integrador que ayude a que todos seamos más conscientes sobre nosotros mismos y de lo que nos rodea, sobre qué somos y cómo funcionamos en este mundo. Es preferible encontrar voces discrepantes de hombres y mujeres que quieren seguir anclados en el enfrentamiento porque se identifican con él, que hacer una campaña como ésta que fomenta el enfrentamiento y nos separa.
No hace mucho leí en una pancartas de manifestaciones de años anteriores la frase "suicídate antes de matarla". Este pensamiento también lo hago mío cada vez que escucho o leo una noticia sobre la muerte de una mujer a manos de su pareja, pero soy consciente que ese pensamiento solo es el eco de la creencia en el enfrentamiento y en la violencia que está profundamente arraigado en nosotros mismos, no soluciona nada, nos aleja de la solución.

Un calido abrazo para todos mis hombres.

Oscar

Ernesto dijo...

La "culpa" no es de los hombres, no. Los maltratadores si tienen la responsabilidad de sus actos y además nos perjudican a todas las personas: hombres y mujeres. La "culpa" para mí siempre es de la Iglesia, es una historia suya, el resto de los mortales lo que tenemos es la "responsabilidad". Hay quienes nos resistimos a ser machacados, aunque sólo sea para que nadie recoja el trabajo pendiente que nosotros dejamos por hacer. Hay quienes se resisten a morir a fuego lento y se levantan por el derecho a vivir en paz y se enfrentan contra la muerte, y no en un sentido figurado. Verdaderamente es contradictorio, pero si me equivoco rechazando aquello que me repugna, prefiero que sea por acción y no por omisión.
Me llama la atención que yo, como hombre, no me sienta aludido y que otros hombres cuando se dice: "contra el maltratador, tolerancia cero", se sientan atacados u ofendidos.
Me gusta la paz de la mirada del hombre de la imagen. Es una paz sostenida que para mi está diciendo con todo el cariño: con mi silencio no cuentes.
No creo en la paz... si es la de los cementerios!.
La solución -si es que se puede decir así- pasa por el trabajo personal de cada cual, pero mientras maduramos y depuramos nuestras contradicciones, otra mujer ha vuelto ha dejar de existir por que otro maltratador, así lo ha decidido. (?¿). Y mientras eso ocurre, seguimos sin reaccionar ante el sufrimiento gratuito de tantas familias y me siento sucio... por no hacer más.
Por eso quiero hacer algo más, con quien esté en ese mismo punto.
El silencio... nos hace cómplices de los maltratadores, ya sabéis.
Besos.
E.

Guillermo dijo...

Estoy de acuerdo con lo expuesto, con culpabilidad no hay cambio, sin responsabilidad tampoco y con odio no llegamos a ningún lado. “EL SILENCIO NOS HACE CÓMPLICES”* es cierto y hay que salir a decirlo ya. Desde mi opinión (subjetividad) hay que combinar la acción pública (manifestación, la acción de la margarita) sin descuidar el trabajo personal. Nos autodenominamos hombres antimachistas pero lo cierto es que estamos educados en una sociedad que lleva miles de años siendo “patriarcal” y machista y ha escrito sus mandatos en el tuétano de nuestros huesos.
Si solo vemos la violencia en el “otro” y no examinamos y cuestionamos la propia, si seguimos permitiendo que “nuestras” compañeras empleen más tiempo en lo domestico que nosotros, si seguimos dándole más importancia a nuestra proyección publica que al ámbito privado o familiar, sino aprendemos a decir “no se”, etc. etc. etc. de poco servirán las acciones publicas. “CADA HOMBRE ES UNA REVOLUCIÓN PERSONAL PENDIENTE”*. Por todo esto creo que la acción para llevar acabo un cambio profundo en la sociedad tiene que realizarse en los tres ámbitos, el personal, empezando por el “descubrimiento” y la aceptación de uno mismo y embarcándose en un intento de atención continuada, el entorno inmediato (familiar, afectivo...) dándole el cuidado y la importancia que realmente tienen y el publico para transmitir lo aprendido porque uno quiere creer que así ayuda a construir un mundo mejor (más justo).
Esto es un placer
Un abrazo


* eslogan de los compañeros de AHIGE