viernes, 20 de febrero de 2009

¡Fuera, invierno, fuera!, ¡borina y fartera!. Carnaval trae cartas de la Primavera. (La Ronda de Boltaña, "Pasacarreras de carnaval".)


El pasado 22 de enero fue mi cumple y para celebrarlo, subí con un@s amig@s al Penyagolosa. Hacía frío, nevaba y había ventisca, pero la montaña estaba preciosa y disfruté mucho con la caminata.

Desde allí, la vista que veis en la imagen. En ella, debajo de esa montaña más verde de la izquierda (La Jara), mi pequeño País en el que también me siento, después de casi… diez y siete años de vivir en él.

Hace ya mucho que quería compartir “algo” en el blog, pero no me encuentro muy bien últimamente y no encontraba ni las ganas, ni el tiempo. Os confieso que todas las semanas lo abro, esperando encontraros ahí, pero parece que últimamente todos andamos algo justos de tiempo para estas cosas. Bueno, pues está bien.

Me gustaría que hubiese más comunicación, pues de eso se trata y creo que estaría bien que hiciésemos un esfuerzo por vencer la pereza y de la misma forma que lo hacemos en el Espai, pudiésemos compartir pensamientos, sentimientos y anhelos.

Repasando las entradas, salta a la vista el espacio que ocupan las relacionadas con la violencia machista. Creo que más que casualidad, es causalidad, pues es un vértice en el que coincidimos un grupete del Espai. Sin embargo, para mí, este es tan bueno como cualquier otro y no me gustaría que diera la impresión de que el blog está polarizado, por que no es así. Pienso, que la violencia machista, más allá de las consecuencias que tiene contra las mujeres, es un reflejo de ese modelo de hombre que ya no nos sirve. Cada vez somos mas las personas con pito que rompemos ese corsé y nos abrimos a la búsqueda del placer, como guía de nuestras vidas, y por eso nos interesa y preocupa profundizar en los mecanismos que están detrás de cuanto nos aparte de el.

Quizás preferiríais que el blog fuese privado, de manera que sólo la gente del Espai, pudiese leer y escribir. No se si es la falta de intimidad lo que en parte puede limitar la participación. Personalmente no creo que sea ese el problema, pero de todas maneras, voy a lanzar una encuesta por email y en el blog.

Pues nada chicos: ya nos oímos, nos vemos o nos leemos. Y si no, pues simplemente nos imaginamos, que tampoco estará mal.

Un beso grande y achuchones a montones para todos.

E.

2 comentarios:

Javier dijo...

Hola Ernesto,

A mi no me importa que se lean y que se publiquen nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestra manera de pensar ... es más me gustaría. Porque no son pensamientos ni emociones extrañas ... somos personas que ESTAMOS VIVOS.

Esta semana me han operado (ha sido menos de lo que pensaba), pero he pasado antes de la operación unos días de miedo y de inseguridad.

La enfermedad tocó mi seguridad y también tocó mi autoestima. No me hundí ... pero estuve unos días lleno de fantasmas y fantasias destructivas (miedos).

Tenía y sigo teniendo miedo al dolor físico. Tenía miedo a "no quedar bien después".

Los miedos son gratis y cada uno compra los que quiere ... yo compré unos poquitos.

Ahora que todo ha pasado y ya me encuentro bien me pregunto por donde se fundamenta mi "seguridad", donde se fundamente mi "felicidad".

Un abrazo y un beso.

Ernesto dijo...

Hola Javier y muy buenos días tenga usted!.
Acabo de dejar a Nadir en el autobús y me han invitado a un cortado en el bar del pueblo. “Pepito” (buena gente donde los halla aquí en Zucaina) me preguntaba si normal o descafeinado. Al decirle que “normal” y que “si hay que morir… que sea cantando!”, me a respondido que cuando sea mayor tomaré descafeinado. Le he dicho que ya soy mayor y que me encanta serlo, y que mañana no se lo que tomaré, pero que hoy será… normal. He añadido que lo importante no es ya los años que viviremos, sino los que tenemos y que nadie nos podrá quitar lo bailado, que lo importante es que estamos aquí, y no por cuanto tiempo estaremos. Me ha sonreído… y me ha sabido a gloria el cortadito!.
Y con estoy pensamientos he vuelto a la masía y me he acordado de ti.
Todo lo que vivimos… es nuestro!, y nos hace ser como somos por que es así como sentimos. Me alegro de que todo haya ido bien.
Después de vivir 19 años en familia y de llevar tres sobretodo con migo mismo, me reafirmo en que la seguridad sólo la podemos encontrar en nosotros mismos. Y si nos sentimos también cuando la encontramos, es porque nos damos cuenta de cuanto nos queremos cuando nos permitimos dejarnos sentir.
Eso a mi me hace feliz.
(La enfermedad es algo tan especial y particular… como nosotros mismos, y nadie puede ser nosotros mismos, como nadie puede vivir nuestro dolor… en nuestra enfermedad.)
Muchos besos y achuchones y cuídate.
E.