miércoles, 26 de noviembre de 2008

Del camino al encuentro



No hablo de estar enamorada

cuando hablo de amor,
no hablo de sexo cuando hablo de amor,
no hablo de emociones

que solo existen en los libros,
no hablo de placeres

reservados para los exquisitos.
No hablo de grandes cosas.

Hablo de una emoción capaz
de ser vivida por cualquiera,
Hablo de sentimientos

simples y verdaderos,
hablo de vivencias transcendentes
pero no sobrehumanas,
hablo del amor tan solo
como querer mucho a alguien.

Que digo cuando digo "Te quiero"...?

Digo.... "me importa tu bienestar".
Nada mas ni nada menos.
Cuando quiero a alguien
me doy cuenta de la importancia

que tiene para mi
lo que hace, lo que le gusta

y lo que le duele...

Te quiero significa, pues,

"me importa de vos";
y te amo significa

me "importa muchísimo".
Y tanto me importa que,

cuando te amo,
a veces priorizo tu bienestar
por encima de otras cosas
que tambien son importantes para mi.

Esta definición conduce
a la plena conciencia de dos hechos:
no es verdad

que te quieran mucho aquellos
a quienes no les importa

demasiado tu vida
y no es verdad que no te quieran
los que viven pendientes

de lo que te pasa.

Si de verdad me querés:

te importa de mi!!

Y por lo tanto,

aunque sea doloroso aceptarlo,
si no te importa de mi,

será porque no me querés.
Esto no tiene nada de malo,
no habla mal de vos que no me quieras,
solamente es la realidad,
aunque sea una triste realidad.

Hay muchas cosas que
yo puedo hacer para demostrar,
para mostrar, para corroborar,
confirmar o legitimar que te quiero,
pero hay una sola cosa
que yo puedo hacer con mi amor,
y es quererte,

ocuparme de vos,
actuar mis afectos como yo los sienta.

Y como yo lo sienta

será mi manera de quererte.
Vos podes recibirlo o podes negarlo,
podes darte cuenta de lo que significa
o podes ignorarlo supinamente.
Pero esta es mi manera de quererte,
no hay ninguna otra disponible.

Querer y mostrarte que te quiero
pueden ser

dos cosas distintas

para mi y para vos.
Y en estas, como en todas las cosas,
podemos estar en absoluto desacuerdo
sin que necesariamente alguno
de los dos este equivocado.


Cuando alguien te quiere,
lo que hace es ocupar

una parte de su vida,
de su tiempo

y de su atención en vos.
Cuando alguien te quiere,
sus acciones dejan ver claramente
cuanto le importas.

Yo no creo que el amor
sea un espacio de sacrificio.
Yo no creo que sacrificarse por el otro
garantice ningún amor,
y mucho menos

creo que esta sea la pauta
que reafirma mi amor por el otro.
El amor es un sentimiento

que avala la capacidad
para disfrutar juntos de las cosas
y no una medida de cuanto
estoy dispuesta a sufrir por vos,
o cuanto soy capaz de renunciar a mi.

A medida que recorro el camino

de nuestros encuentros,
aprendo a aceptar que quizás no me

quieras.


El afecto es una de las pocas cosas cotidianas
que no depende solo
de lo que haga yo
ni exclusivamente de nuestra decisión,
sino de que, de hecho suceda.
Sucede o no sucede, y si no sucede,
no hay manera de hacer que suceda,
ni en mi ni en vos.

Si me sacrifico, me mutilo
y cancelo mi vida por vos,
podré conseguir tu lastima,
tu desprecio, tu conmiseración,
quizás hasta "gratitud",
pero no conseguiré que me quieras,
porque eso no depende

de lo que yo pueda hacer.


No solo no podemos hacer nada
para que nos quieran,
sino que tampoco lamentablemente
podemos hacer nada
para dejar de querer.

&nbsp el Camino del Encuentro
Jorge Bucay

1 comentario:

Ernesto dijo...

Gracias por el regalo!.
Gracias por estar ahí, Oscar.
Muchos besos en esta fría mañana.
E.