lunes, 20 de septiembre de 2010

Labordeta: sabiéndome afortunado de haber coincidido contigo.

Hoy sigo paseando tus pensamientos por mis labios, tus acordes cotidianos… tan cerca, tan entrañables.

¡Y cuantas veces te he sentido tan próximo como para soñarme metido en tu cabeza e imaginar los momentos que vivías detrás de cada poema, de cada cálida canción…!


Muchos instantes imborrables de mi vida, los has acompañado con tu cordura siempre a punto, con tu sabia sencillez, con tu honestidad de roble maduro... con tu entrega militante.


Esta noche me han dicho que ya no estás… pero para quienes crecimos con tus palabras y acunamos a nuestros hijos con tu ternura de hombre bueno, haberte ido, no es más que una predicción matemática.


No anhelaré tus nuevos pensamientos -tan necesarios como siempre- por que ya no vendrán más a llamar a la puerta de nuestra responsabilidad, sino que empujaré al aire tus canciones como siempre lo he hecho, sabiéndome afortunado de haber coincidido contigo.

E.


Canto a la Libertad
José Antonio Labordeta

Habrá un día en que todos
Al levantar la vista
Veremos una tierra
Que ponga libertad (bis)

Hermano aquí mi mano
Será tuya mi frente
Y tu gesto de siempre
Caerá sin levantar
Huracanes de miedo
Ante la libertad

Haremos el camino
En un mismo trazado
Uniendo nuestros hombros
Para así levantar
A aquellos que cayeron
Gritando libertad

Sonarán las campanas
Desde los campanarios
Y los campos desiertos
Volverán a granar
Unas espigas altas
Dispuestas para el pan

Para un pan que en los siglos
Nunca fue repartido
Entre todos aquellos
Que hicieron lo posible
Para empujar la historia
Hacia la libertad

También será posible
Que esa hermosa mañana
Ni tú, ni yo, ni el otro
La lleguemos a ver
Pero habrá que empujarla
Para que pueda ser

Que sea como un viento
Que arranque los matojos
Surgiendo la verdad
Y limpie los caminos
De siglos de destrozos
Contra la libertad.

No hay comentarios: